lunes, 20 de mayo de 2013

Helen Keller y "maestra" (Anne Sullivan),
una de las primeras palabras que aprendió

"El bien -dijo Swedenborg- es una llamita que da luz y hace al hombre ver, percibir y creer." Helen Keller
"A veces pensamos que no hay Dios, porque de haberlo, habría creado al hombre incapaz de pecar. ¡Como si alguien quisiera ser autómata!"
"Si conservas tu rostro dirigido al sol, nunca verás las sombras."
"El optimismo es la fe que conduce al logro; nada puede realizarse sin esperanza."
"Por que contentarnos con vivir a rastras cuando sentimos el anhelo de volar?"
"La vida o es una aventura atrevida o no es nada."
"La literatura es mi Utopía. No hay barrera de sentidos que me pueda quitar este placer. Los libros me hablan sin impedimentos de ninguna clase."
"Lo único peor a no tener vista es no tener visión."
"No inclines nunca la cabeza, tenla siempre erguida. Mira al mundo directamente a la cara."
Helen Keller, ejemplo de positivismo, superación y valor en acción. Escritora y oradora motivacional estadounidense, sorda y ciega, lo que nunca fue un impedimento para sentir y amar la vida y ayudar a otros hasta el fin de su encarnación.
Helen Keller nació en junio de 1880, y siendo muy niña contrajo unas fiebres quedando sorda y ciega, y, como consecuencia de esto, muda.
Gracias a la providencial presencia en su vida de su institutriz Anne Sullivan , aprendió a hablar, leer y relacionarse con los demás. Helen fue a la escuela de Cambridge y entró en la Universidad de Radcliffe, siendo la primera sordociega en graduarse (con honores) en una universidad.
Escribió el libro “La historia de mi vida” contando sus experiencias y en los años siguientes inició, junto a Anne, un gran número de charlas y conferencias. Más tarde fundó la sede para obtención de fondos de la Fundación Americana para Ciegos, que recolectaba dinero y hacía campañas para mejorar la calidad de vida de las personas ciegas.
En 1964, Helen fue galardonada con la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto premio para personas civiles. Un año más tarde fue elegida como “La mujer del Salón de la Fama” en la Feria Mundial de Nueva York.

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