¿Te perdiste de tu cabaña?
(¿O crees que tu Hogar te perdió a ti...?)
Un grupo de indios entró a un claro en el bosque, y se encontró con un cazador que obviamente estaba perdido. El líder le preguntó: ¿cazador perdido?
El cazador se enderezó orgullosamente, y contestó: "No, cazador no perdido. Cazador aquí. ¡Cabaña perdida!".
Sin embargo, él estaba perdido, a pesar de que no lo quisiera admitir.
Cuando las cosas van mal, es porque hemos perdido contacto con el Centro Divino de nuestro Ser. Creamos inarmonía en muchos aspectos de nuestra vida, y cada vez nos sentimos más perdidos y temerosos.
A nadie le gusta admitir que se ha apartado del Sendero Correcto. Lo fácil es convencerse de que es la Armonía Divina la que se ha alejado: "yo no estoy extraviado, la culpa es de los demás, y de las circunstancias".
Hay que hacer un esfuerzo consciente para restablecer el contacto con la propia Divinidad - la Presencia I AM - y estudiar y aplicar las Leyes de la Vida, para encontrarse a sí mismos de nuevo. Y salir del auto- engaño: las condiciones exteriores no son causas, ¡son siempre efectos!
Cuando parece que algo marcha mal, hay que recordar lo que sabes sobre la Verdad Divina detrás de la apariencia. Después, invocar a tu propia Presencia I AM - pidiendo Su ayuda para solucionar y ajustar la situación - y a la Ley del Perdón y Llama Violeta, pidiendo que transmute la causa, efecto, núcleo, registro y recuerdo de la imperfección.
Al comprobar una y otra vez que tu Presencia I AM responde, y te ayuda en todo, ¡sabrás que tu Hogar nunca te perdió a ti!
Adaptado de un relato del libro "Todo el año con Emmet Fox"·
El cazador se enderezó orgullosamente, y contestó: "No, cazador no perdido. Cazador aquí. ¡Cabaña perdida!".
Sin embargo, él estaba perdido, a pesar de que no lo quisiera admitir.
Cuando las cosas van mal, es porque hemos perdido contacto con el Centro Divino de nuestro Ser. Creamos inarmonía en muchos aspectos de nuestra vida, y cada vez nos sentimos más perdidos y temerosos.
A nadie le gusta admitir que se ha apartado del Sendero Correcto. Lo fácil es convencerse de que es la Armonía Divina la que se ha alejado: "yo no estoy extraviado, la culpa es de los demás, y de las circunstancias".
Hay que hacer un esfuerzo consciente para restablecer el contacto con la propia Divinidad - la Presencia I AM - y estudiar y aplicar las Leyes de la Vida, para encontrarse a sí mismos de nuevo. Y salir del auto- engaño: las condiciones exteriores no son causas, ¡son siempre efectos!
Cuando parece que algo marcha mal, hay que recordar lo que sabes sobre la Verdad Divina detrás de la apariencia. Después, invocar a tu propia Presencia I AM - pidiendo Su ayuda para solucionar y ajustar la situación - y a la Ley del Perdón y Llama Violeta, pidiendo que transmute la causa, efecto, núcleo, registro y recuerdo de la imperfección.
Al comprobar una y otra vez que tu Presencia I AM responde, y te ayuda en todo, ¡sabrás que tu Hogar nunca te perdió a ti!
Adaptado de un relato del libro "Todo el año con Emmet Fox"·
No hay comentarios:
Publicar un comentario