jueves, 3 de diciembre de 2009

Sembrador de ilusiones


El visionario
José Antonio Abreu Anselmi, venezolano, sembrador de ilusiones, hacedor de sueños y de realidades; creador y fundador del Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, es un músico de gran fe, fuertes convicciones y calor humano.

Nacido en 1939 de una familia con linaje musical,Abreu confiesa que fue su vocación de servicio , su inquietud frente a los fenómenos de desequilibrio social, lo que le impulsó, a los 35 años de edad (1975), a concebir un proyecto en el que pudiera sintetizar y canalizar la experiencia y los conocimientos alcanzados en el campo económico, gerencial, pedagógico y, por supuesto musical, que se forjó prácticamente desde su adolescencia.
Creyó en la música como instrumento profundamente renovador para las vidas de niños y jóvenes. Se trata de un programa social que saca a los niños de situaciones sociales difíciles y los integra en estas orquestas para que, mediante la música, puedan labrarse un camino y elevarse sobre condicionamientos. Creer en algo de verdad es importante. Si Abreu no hubiese confiado en su proyecto hoy en día no habría 250.000 músicos en Venezuela formando parte de este Sistema. Son 30 las orquestas profesionales que conforman este proyecto de las que están saliendo grandes solistas, teniendo que reconocer, de este modo, la valiosa idea de Abreu.
Cuando se escucha a la Simón Bolívar dirigida por Gustavo Dudamel uno siente la energía que derrocha este joven director. No obstante, la fusión de la impecable interpretación y técnica de la Simón Bolívar crean una energía difícil de explicar con palabras.
Gustavo Dudamel supo aprovechar la oportunidad que le dio el Sistema y, junto con su esfuerzo, crear al genial músico que es. Comparado a día de hoy con los grandes directores como Karajan, Abbado o Baremboim. Es conmovedor y admirable el hecho de que un joven de tan sólo veintiocho años sea capaz de dirigir a una gran orquesta como la Simón Bolívar, con una plantilla que supera el centenar de músicos.La vida está llena de oportunidades, y como dice Dudamel: “todo se puede lograr”. Él es un símbolo de esperanza para muchos jóvenes que han podido salir de una situación social difícil mediante el ingreso en las orquestas. La música tiene una importancia transcendente. Abreu supo verla y convertir un sueño en realidad.

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