Si vuelves el rayo de tu atención hacia el sol físico y te pasas como treinta minutos íntegros sólo contemplando la perfección que allí se encuentra, de regreso sobre dicho rayo vendrían partículas de Luz que renovarían y reconstruirían tus vehículos (tanto internos como externos) con perfecta salud, vitalidad y bienestar. Cuando la atención del Maestro está sobre ustedes, Él está usando el Fuego Sagrado. Su atención es atraída a ustedes en el instante en que piensan en Él; por tanto, cuando ustedes se encuentran en contemplación, tienen en acción los polos positivo y negativo del Fuego Sagrado. Esto conforma una conexión perfecta sobre la cual los regalos y sustancia del Maestro pueden viajar.
Si experimentas con esto, te sorprenderás y deleitarás con los resultados físicos y emocionales, así como con el alivio que un tratamiento de esta índole te producirían. El Maestro no sólo trata al vehículo físico, sino también a los vehículos internos barriendo hacia el Fuego Sagrado la sustancia pesada contenida primordialmente en el vehículo emocional. Si pudieras visualizar láminas de Llama pasando a través del vehículo emocional en suaves y delicadas tonalidades de rosa y oro, obtendrías una serenidad y paz que facilitarían la aceptación de la asistencia física mucho más que cuando estás tenso y tirante, condición en la que te encuentras por lo general cuando estás haciendo (o te dispones a hacer) un tratamiento.
Electrones, MaháChohan.
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